Nuevas semillas de solidaridad reforzada
Nuestros mayores a menudo recuerdan aquellos años cuando las huertas circundaban las ciudades y pueblos de Euskal Herria. Cuentan como llegaron a tener una finalidad de subsistencia, como daban un sentido a sus vidas, su dimensión lúdica y cultural, como se trasmitían los conocimientos sobre semi- llas y simientes, sobre el clima y el control de los ciclos para trabajar la tierra. Sabían lo que comían, de dónde venían sus alimentos. En su mayoría, estas huertas fueron desapareciendo y con ellas, una forma de vida y de interacción social. Sin embargo, en los últimos años la tendencia va revertiéndose y la tradición vuelve a ser novedad. Los huertos sociales y urbanos, los parques públicos de huertas son una realidad que está aumentando en número, extensión geográfica y aceptación popular. GARA publica hoy la extraordinaria historia de «Deustuko Baratza», un huerto comunitario en el corazón de Bilbo o las interesantes políticas que se están desarrollando en Gipuzkoa con la creación de parques públicos de huertas. Dos ejemplos de una nueva realidad que ha llegado al país y lo ha hecho para quedarse. Dos iniciativas, entre tantas otras, a saludar y a celebrar.
Los huertos sociales son una contribución, todavía pequeña y limitada pero de gran significado y con un mensaje a refrendar, para construir una Euskal Herria más vivible, para cambiar el futuro. Y los ayuntamientos de este país tienen la responsabilidad de garantizar el libre acceso, su carácter público y la igualdad de oportunidades para todos y todas. Pero al margen de ello, el mayor tesoro que estos guardan es el de compartir y afianzar los lazos de la comunidad.
Son pequeños espacios vitales, intergeneracionales, donde además de disfrutar de frutas y hortalizas sanas, sabrosas y baratas para destinarlas a los más desfavorecidos o al autoconsumo, de recuperar una cultura tradicional, una forma de entender la vida más sosegada y con mayor iniciativa personal, de mejorar en calidad de vida y de formar en valores ecológicos, se cultiva la solidaridad reforzada y la ética de la convicción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
idatzi hemen zure mezua / escribe aquí